Hola Carmelo:
Soy Juan Antonio Tinte. Lo primero, agradecerte la atención que el pasado día 11 tuviste conmigo en la entrega del premio Emilio Ollero. Después de ver tu página, entiendo que a mi blog le queda mucho trabajo y horas de dedicación.
He visto con calma tu página; las diferentes etapas por las que has pasado, tu interés por la fotografía, tu forma de abordar cada nuevo trabajo con una búsqueda constante, sin desantender la voz propia que anima cada encuentro con la superficie en blanco. Tras haberlo visto y apreciar gestos, planos, velados, luz, insinuaciones y estratos que van configurando nuevas historias en la diversidad de los soportes, seguro, no voy a decirte nada que ya no te hayan dicho o sepas. Acaso, que después de pasearme, con enorme gusto, por las imágenes que son tu obra, entiendo que, si cabe, las palabras que tuviste hacia mí el pasado día adquieren un valor con acento especial; muy especial y donde reconozco tu generosidad nada habitual. Y es que la coherencia y el compromiso personal con la pintura se me antoja el origen del interés que manifiestas hacia otras formas de expresión y sus artífices, entre ellos, tu interes por la figura de Miguel Hernández, por quién compartimos admiración.
Carmelo, un regalo tu obra. Estoy seguro que volveremos a coincidir en quién sabe qué lugar, pero así será.
Un enorme saludo y mi gratitud
Carmelo Trenado
Hola Carmelo:
Soy Juan Antonio Tinte. Lo primero, agradecerte la atención que el pasado día 11 tuviste conmigo en la entrega del premio Emilio Ollero. Después de ver tu página, entiendo que a mi blog le queda mucho trabajo y horas de dedicación.
He visto con calma tu página; las diferentes etapas por las que has pasado, tu interés por la fotografía, tu forma de abordar cada nuevo trabajo con una búsqueda constante, sin desantender la voz propia que anima cada encuentro con la superficie en blanco. Tras haberlo visto y apreciar gestos, planos, velados, luz, insinuaciones y estratos que van configurando nuevas historias en la diversidad de los soportes, seguro, no voy a decirte nada que ya no te hayan dicho o sepas. Acaso, que después de pasearme, con enorme gusto, por las imágenes que son tu obra, entiendo que, si cabe, las palabras que tuviste hacia mí el pasado día adquieren un valor con acento especial; muy especial y donde reconozco tu generosidad nada habitual. Y es que la coherencia y el compromiso personal con la pintura se me antoja el origen del interés que manifiestas hacia otras formas de expresión y sus artífices, entre ellos, tu interes por la figura de Miguel Hernández, por quién compartimos admiración.
Carmelo, un regalo tu obra. Estoy seguro que volveremos a coincidir en quién sabe qué lugar, pero así será.
Un enorme saludo y mi gratitud
Juan Antonio Tinte